Conseguir una buena relación es fácil si sabes cómo
Una relación de pareja se fundamenta en el amor, el respeto, la confianza y la reciprocidad, principios que todos conocemos. Sin embargo, ¿por qué resulta tan difícil mantener una relación o encontrar la felicidad juntos?
La respuesta radica en nuestra incapacidad para convivir. En el pasado, las parejas perduraban toda la vida, y aunque la independencia económica de la mujer ha incrementado las separaciones, también es cierto que la tolerancia, en el sentido positivo, solía ser mayor.
Cuando estamos en pareja, debemos dejar a un lado el ego y aceptar al otro tal como es, ya que lo hemos elegido como compañero de vida.
Hoy en día, nos hemos vuelto tan exigentes que intentamos cambiar a nuestra pareja, alterando su esencia y personalidad, lo cual carece de sentido.
Si no nos agrada la persona con la que estamos, lo más sensato es no hacerle perder más tiempo y seguir caminos separados, pero jamás debemos intentar cambiarla.
En primer lugar, cambiar a alguien es una tarea ardua, pues las personas no modifican su naturaleza de un día para otro.
En segundo lugar, al intentar cambiar a nuestra pareja, no estamos conectando con su autenticidad, sino con una versión que proyecta para complacernos, lo que puede desembocar en mentiras y malentendidos que perjudican la relación.
¿Cómo identificar una relación infeliz?
Exceso de exigencia: Las parejas infelices suelen ser exigentes, imponiendo sus propios criterios y generando conflictos por nimiedades.
Falta de tolerancia o tolerancia excesiva: Mientras algunos no toleran los errores menores de su pareja, otros toleran comportamientos dañinos. Ambas situaciones son perjudiciales.
Culpar al otro de su propio estado emocional: Culpar a la pareja por cómo nos sentimos solo genera conflictos innecesarios, pues cada individuo es responsable de su propia felicidad.
Falta de trabajo en equipo: Las parejas infelices no actúan como un equipo, son demasiado independientes en asuntos importantes y dependientes en exceso en otros.
Discusiones sin soluciones: Las discusiones para determinar quién tiene la razón solo agravan los problemas. Es esencial abordar los conflictos buscando soluciones conjuntas.
En resumen, para cultivar una relación sana y feliz, debemos practicar la tolerancia, la comunicación abierta y la aceptación mutua, recordando que cada individuo es responsable de su propia felicidad y que una relación exitosa se construye sobre la base del respeto y la colaboración.