Un dictado al día en las escuelas para aprender las reglas ortográficas
En las últimas décadas, el ámbito educativo ha experimentado significativos cambios. La introducción de nuevos métodos de enseñanza ha supuesto abandonar estrategias más antiguas, y los resultados de estas transformaciones no siempre han sido positivos, o al menos no han cumplido las expectativas.
Un ejemplo claro es el caso del dictado, un método que en Francia llegó a trascender las fronteras escolares para aparecer incluso en programas televisivos de gran audiencia, donde se evaluaba el conocimiento ortográfico de los participantes.
No obstante, con el tiempo, el dictado fue perdiendo relevancia y quedó en segundo plano, principalmente debido a teorías que sostenían que constituía un obstáculo para la creatividad y la expresión libre de los estudiantes.
Así, en muchas escuelas, tanto el dictado como la lectura en voz alta fueron considerados como tareas tediosas que no estimulaban eficazmente el aprendizaje del idioma.
¿Qué ha ocurrido recientemente? En respuesta a los resultados desfavorables obtenidos por muchos estudiantes franceses en las pruebas de idioma, las autoridades educativas del país han decidido dar un paso atrás y reflexionar sobre las prácticas adoptadas.
Buscan poner freno a la pérdida de calidad en la educación y restaurar el "antiguo esplendor" de esta institución pública, que alguna vez fue considerada entre las más eficientes del mundo.
En este contexto, la ministra socialista de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, ha optado recientemente por abandonar las propuestas de tintes modernistas y recurrir a enfoques más tradicionales, como la implementación de un dictado diario en todas las clases, una norma que deben seguir todos los colegios.
Esta medida no ha carecido de críticos, quienes la consideran simplemente como una prueba de evaluación. Sin embargo, algunos educadores respaldan la iniciativa, argumentando que se trata de regresar a los fundamentos para fortalecer las bases de los estudiantes desde la escuela primaria.
Un dictado diario en las escuelas para aprender las reglas ortográficas.
¿Cuál es la utilidad del dictado? Al realizar un dictado, se desencadena inicialmente un proceso de comprensión y retención de la estructura semántica. Los estudiantes deben no solo identificar las palabras, sino también comprender el texto para poder escribirlo.
Por lo tanto, el dictado no solo contribuye a mejorar la ortografía y a comprender las reglas gramaticales, sino que también facilita el aprendizaje de nuevas palabras y el seguimiento del hilo de la lectura. Además, sirve como entrenamiento para escribir más rápidamente y, en el futuro, para la toma de apuntes.
Existen diversos tipos de dictados. El dictado de secretaria implica que los estudiantes escriban lo que recuerdan y luego trabajen en grupo para construir el texto utilizando todos los apuntes.
También existen dictados creativos, donde el maestro proporciona adjetivos, sustantivos, verbos y adverbios, y los estudiantes añaden artículos, preposiciones, pronombres y conjunciones. Otras variantes incluyen dictados que parten de una idea, donde cada estudiante crea una oración para componer una historia entre todos.