Deja que tu bebé haga las cosas a su tiempo, NO tengas tanta prisa
Desde el momento en que nace el bebé, las madres tienden a preocuparse por el cumplimiento de los hitos de desarrollo correspondientes a su edad.
La comparación con otros niños, ya sea en el entorno familiar o social, a menudo genera inquietudes adicionales.
Frases como "a su edad, mi hijo ya se sentaba solo" o "caminaba solo" son comunes y pueden aumentar la ansiedad de las madres primerizas.
1. Esta presión no solo proviene de la propia incertidumbre de ser madre primeriza, sino que también se intensifica cuando familiares observan y comparan el desarrollo del bebé.
Este escenario puede llevar a la preocupación de que el niño se esté quedando atrás en su desarrollo, generando el deseo de acelerar ciertos procesos, lo cual puede tener consecuencias negativas para el niño.
2. Dos prácticas que a menudo surgen de estas preocupaciones son ofrecerle probaditas de alimentos antes de los seis meses y tratar de sentar al bebé sin apoyo.
Es fundamental recordar que la alimentación exclusiva con leche materna durante los primeros seis meses es la recomendación de salud, permitiendo que el sistema digestivo del bebé madure adecuadamente y evitando posibles alergias en el futuro.
Del mismo modo, intentar sentar al bebé sin apoyo antes de los seis meses puede causar molestias en la espalda y el cuello, afectando negativamente su desarrollo físico.
3. En lugar de ceder a la presión de comparaciones, es esencial seguir las pautas de desarrollo infantil, respetando los tiempos únicos de cada niño.
Además, la comunicación abierta con profesionales de la salud puede proporcionar orientación y tranquilidad ante las preocupaciones sobre el desarrollo del bebé.
4. Incitar al gateo antes de los ocho meses no es recomendable, ya que el bebé aún no ha desarrollado la madurez necesaria en sus piernas y brazos para sostenerse adecuadamente, y tampoco asimila completamente el proceso de arrastrarse.
5. Reprender por aventar objetos puede limitar el desarrollo del niño, ya que esta conducta es una forma natural de aprendizaje.
Al regañarlo por explorar lanzando objetos, se inhibe una parte crucial de su desarrollo al entender cómo funciona el mundo.
6. Forzar el inicio de la marcha antes de los 10 meses aumenta el riesgo de caídas y accidentes, ya que el bebé aún no cuenta con la preparación física necesaria para sostener y equilibrar su cuerpo.
7. Retirar el pañal antes de los 18 meses puede ser prematuro, ya que el control de esfínteres se desarrolla después de esta edad.
A los 18 meses, el cuerpo del niño ha madurado lo suficiente para distinguir las necesidades fisiológicas, seguir órdenes y comunicarse de manera más efectiva.
8. Permitir que el bebé se ensucie al comer es fundamental, ya que explorar con las manos y experimentar con texturas, olores y sabores es una parte importante del aprendizaje.
Obligar al uso de cubiertos demasiado pronto puede inhibir esta exploración y limitar el desarrollo sensorial del niño.
9. No es aconsejable forzar al niño a hablar, ya que cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo y expresará sus primeras palabras de manera diferente.
Es común que comiencen con balbuceos y señalamientos de objetos alrededor de los seis o siete meses, pero su primera palabra con significado suele surgir alrededor de los 12 meses.
10. Cada niño es único, con un proceso de desarrollo y maduración distintos. Aunque existen estándares generales para evaluar el crecimiento saludable, es crucial reconocer las diferencias individuales.
Para obtener orientación precisa, es recomendable consultar a un especialista que pueda observar y evaluar al niño, proporcionando un diagnóstico adecuado.
En lugar de comparar a los niños entre sí, es más beneficioso confiar en la guía de profesionales y permitir que cada niño crezca de manera saludable y feliz a su propio ritmo.