Siempre despídete de tu hijo cuando salgas de casa

La mayoría de los padres siente que es uno de los momentos más difíciles cuando todos los días  tienen que salir de casa. Aunque apenas sea por unas horas, dejar a sus hijos es muy doloroso, en especial si a él tampoco tampoco le gusta quedarse solo. 






 Y es por esto que muchos padres eligen salir a escondidas de casa, y evitar que el niño llore sin consuelo.



  Sin embargo, este es un gran error, porque salir de casa sin despedirnos y a hurtadillas en muchos casos afecta a su desarrollo emocional y la confianza que en un futuro tendrá en nosotros.

Los riesgos que tiene salir sin despedirte de tu hijo


 Estar unas pocas horas al día separada de tu hijo te ayuda a recuperar algo de tu antigua rutina y aprovechar de algo de tiempo libre, pero además también le sirve a tu hijo para desarrollar su independencia emocional.



 Aún así, debes aprender a gestionar estas separaciones pues tu hijo puede entender que lo estás abandonando y esto le generará una angustia enorme.   

 A los niños les es muy difícil separarse de sus padres cuando son pequeños, sus padres son su única fuente de cuidado y seguridad y es perfectamente normal que si de pronto desapareces, se sienta inseguro y triste. Incluso puede tener rabietas o llorar desconsoladamente cuando descubre que no estás y tu ausencia empieza a afectarle.



 En cuanto el niño note que ya no estás y no sepa si vas a volver o cuándo, se sentirá confundido y muy inseguro, pronto creerá que no volverás jamás y sentirá mucha ansiedad. Puede que se sienta culpable de que lo abandones porque hizo algo mal y que merece que lo dejes y que no merece que lo ames.

 Esto terminará por afectar su autoestima y se sentirá inseguro de sí mismo, pero no solo su confianza en él se afectará, también dejará de tener confianza en ti.    


Siempre debes despedirte de tu hijo


  Si te marchas sin despedirte solo harás que el niño sienta más ansiedad por la separación, y que cuando regreses acabe por apegarse aún más a ti y esté pendiente de cada uno de tus pasos para vigilar que no vuelvas a "abandonarlo". Así, los momentos de separación inevitables cuando sea él quien debe ir a la escuela, serán cada vez más difíciles.



  Este es un comportamiento que perjudica su desarrollo y no le permite disfrutar de sus juegos y actividades. A largo plazo, irte de casa a escondidas puede provocar que tenga comportamientos agresivos y malos resultados académicos en el futuro.

¿Cómo puedes salir de casa sin que eso afecte a tu hijo?


1. Prepáralo antes para la despedida


  Una manera bastante efectiva de evitar que tu hijo se afecte cuando partes de tu casa es simplemente explicarle que tienes que salir, pero que lo dejarás solo durante algunas horas. 


  De este modo estará preparado para el momento de la despedida y no le caerá por sorpresa cuando lo dejes. También puedes explicarle las razones por las que debes salir, y eso hará que tenga mayor seguridad porque entiende los motivos y que es temporal, se sentirá seguro y podrá dedicarse a jugar con sus juguetes, dormir la siesta o estar con la niñera.    

2. Dile cuándo regresas


  Si tu hijo sabe aproximadamente cuándo volverás o el tiempo que estarás fuera podrá sentirse más seguro. Tendrá la certeza de que no lo estás abandonando y entenderá que siempre que te vas de casa vuelves.



 Si es pequeño para conocer  la hora, puedes darle referencias con lo que hace cotidianamente,  por ejemplo que volverás cuando despierte de la siesta, cuando oscurezca o cuando se vaya la niñera. Pero debes ser puntual con estas referencias para que no se confunda y pierda la confianza en ti.    



3. No demores demasiado la despedida


 Despedirse es necesario, pero demorar demasiado el momento de la partida puede ser tan Dedicar demasiado tiempo a despedirte de tu hijo puede ser tan malo como salir a escondidas.

 Una despedida demasiado larga solo prolonga su ansiedad. Una buena estrategia es fijar alguna rutina de despedida que sea corta para que tu hijo entienda que estás por salir y se prepare. 


  Puedes darle un abrazo y besos y pedir que te de algunos para el camino, y con esa breve fórmula se hará a la idea de que estás a punto de partir y con un "hasta luego" o "hasta la tarde" sabrá que la despedida es solo momentánea. 

Fuente: Etapa infantil 

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