Lección de vida: nunca debes irte a dormir enojado con tus hijos (ni nadie)
Los niños guardan tanta sabiduría en su sencillez que muchas veces nos dan las mejores lecciones, basta con saber escucharlos. Sin embargo...algunas veces también saben ponernos los nervios de punta cuando discutimos, pero cuando esto suceda, escucha a tu hijo...y luego a tu corazón.
Estas rabietas de los niños más pequeños que a menudo terminan entre lágrimas, desaires y berrinches, originado a veces solo porque no quieren irse a dormir.
Los niños dicen cosas tan ciertas y lógicas que no se los puede obligar a dormir si no tienen sueño, y afirman su independencia a pesar de las normas.
Cuando los pequeños comienzan la batalla por no ir a dormir, los padres suelen convencerlos con la advertencia de que habrá consecuencias si no se van a dormir al momento, aunque no quieran hacerlo.
Es normal y bastante corriente que muy a menudo se deba “obligar” a que los niños hagan cosas que en realidad no quieren hacer, por su propio bien. Y aunque la crianza es así, esto también puede generar enfados entre padres e hijos.
Saber perdonar
Sin embargo, los niños saben una cosa muy bien, y es que ¡NUNCA! debes irte a la cama con el corazón enojado. Poder perdonar es indispensable para que dos personas se sigan queriendo.
Los niños a veces no entienden lo que significa pedir perdón, y solo lo comprenden cuando esperan también ser perdonados. Lo que sí saben es que tener el corazón enfadado más de la cuenta está mal, y si ocurre se sienten mal por ello.
Nunca vayas a dormir enfadado
Seguramente hayas escuchado alguna vez que no es bueno irte a la cama enfadado con alguien, ni ni tus hijos, ni con tu pareja. Y con los niños esto es más evidente, ya que lo normal es que ni ellos ni sus padres quieran estar enfadados entre sí.
No te permitas quedarte encerrado en el enojo y el dolor, eso nunca le traerá ningún bien a tus relaciones personales o familiares.
Cuando vas a dormir, el sueño te ayuda a serenar tus sentimientos y gestionar toda la información de lo ocurrido en el día para guardarla.
Y si guardas recuerdos negativos y amargados, te será muy difícil eliminarlos si fueron lo último que pensaste antes de dormir. Esos recuerdos amargos se quedarán en tu corazón si te vas a dormir aún con ellos, ¡y tus hijos no se merecen eso!
Nunca vayas a la cama enfadado
Los niños necesitan dormir relajados, seguros y tranquilos, necesitan saber antes de dormir que sus padres son las personas que más los aman y cuidarán en todo el mundo.
Recuerda que la vida es muy corta como para estar enfadados, cuánto mejor es ir a dormir agradecidos y que la gratitud y el amor pese a todo sean tu último pensamiento por las noches.
Así, si puedes enseñarle a tus hijos la importancia de perdonar y de ir a dormir con el alma tranquila, ellos también vivirán mucho mejor y más felices.
Así que, si en algún momento una situación los deja enfadados, busca el modo de enmendar ese enojo antes de ir a dormir. Tu corazón y el de tus hijos te loa gradecerán por siempre.
Fuente: Etapa infantil