El poder curativo de las palabras cariñosas

Mientras que las palabras de odio pueden destrozar el alma, las palabras cariñosas, que vienen del mundo de los afectos, pueden curar las heridas más profundas.  


  El amor es un lenguaje y se acompaña de muchas palabras y expresiones: “Te quiero mucho”, “cuídate”, “te ves muy bien”, “avisa cuando llegues”, “te extraño”, “estaba esperando tu mensaje”, “eres muy importante para mí”, “quiero pasar tiempo contigo”. Podrían ser solo palabras, pero los afectos expresados en cada una de ellas nutren el alma.

  Todo indica que algunas palabras, dichas en voz alta, tienen la capacidad para mejorar el estado de ánimo y, con ello, ayudar a preservar la buena salud física y mental.



El mundo de los afectos


  Los afectos son sentimientos expresados con palabras y también de forma no verbal. Mediante palabras y gestos, los afectos van siempre acompañados de emoción, la emoción que permite darle validez a las palabras afectivas.

  Podemos definir “afecto”, como toda aquella expresión que muestra a la otra persona cómo nos sentimos con ella, hacia ella, o cuando estamos cerca o lejos de ella; o bien los deseos que tenemos hacia ella.

  Y es precisamente la expresión afectiva lo que marcará el carácter de la relación, la profundidad de la misma y la importancia de ésta para ambas personas.


  No tengas miedo de decirle a tu amiga “te ves hermosa”, porque tal vez la han herido tanto por su apariencia que ella no se siente así. 

 No tengas miedo de decir “me encanta tu actitud, cómo enfrentas cada problema, aprendo mucho de ti”, porque a veces las cosas no son tan fáciles para esa persona y puede sentirse motivada por tus palabras.

  Con palabras de amor y afecto puedes inyectar fortaleza, motivación, valor, coraje y determinación en las personas. No tengas miedo de ser amable y decir a cada persona lo positivo que hay en ella.


  Los pensamientos positivos son motivadores en el día a día. Pensar en positivo no es negar los problemas o pasar por alto las dificultades. Se trata simplemente de un enfoque que genera más motivación y energía.

  Utilizar palabras afectivas en las relaciones, dotará a las mismas de sentimiento, de alma, de deseos, de contenido y sentido; ya que cualquier otra comunicación, aunque puede resultar interesante, no nos marcará emocionalmente.

  Una persona no quiere que le digas que tiene sobrepeso y que debe adelgazar y que se lo dices porque le quieres. 


  Lo que quiere oír de ti es lo valiosa y preciada que es para ti, lo que te gusta y lo que se le ve bien. Si le refuerzas con amor, tal vez tome las decisiones adecuadas para mejorar su estilo de vida y salud.

  Y no se trata de ser falsos y extremadamente positivos. Nadie puede dar aquello que no tiene por dentro, así que para dar palabras cariñosas que realmente nutran el alma de quienes te rodean, date a ti mismo palabras de amor cada día que te ayuden a levantarte con ánimo y enfrentar cada adversidad.


  El amor cura, envuelve, protege y, a la vez, libera. De hecho, una investigación de varias universidades estadounidenses señala que los sentimientos amororos fortalecen el sistema inmunológico.

 Sin embargo, a la hora de utilizar la palabra “amor” como medio no tanto para curar, pero sí para prevenir enfermedades, no se habla únicamente del amor a los otros, sino también del amor a uno mismo.


  El poder de las palabras afectivas reside en su alto contenido emocional, que se transmite y emociona a quien lo recibe, a la misma vez, que la persona que lo emite, siente la emoción de lo que está expresando. Y de ahí, procede el poder curativo.


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