Las mujeres que se meten en una relación también serán engañadas

Lamentablemente, las infidelidades existen y continuarán existiendo si las personas no son sinceras y no tienen en cuenta las repercusiones de este terrible acto. Cuando nuestra pareja es infiel, tendemos a echarle la culpa a la amante, y deseamos fervientemente que sufra lo mismo que nosotras.

Pues bien, según un estudio, es muy posible que los amantes también sufran infidelidades ya que, después de todo, si se meten con una persona que está en una relación ¿quién dice que esta persona no puede volver a ser infiel?

En la actualidad, y a pesar de que la monogamia es el modelo predominante en buena parte del planeta, la infidelidad se encuentra en centro de las familias occidentales, pues cada día son más los casos de parejas o matrimonios que se ven afectados y que entran en crisis a causa de este fenómeno.

Sin embargo, cuando hablamos acerca de personas infieles nos referimos a individuos que tienden a cometer infidelidades de forma sistemática, no como excepción sino como norma.

Los amantes pueden sufrir infidelidades también

El investigador Craig Morris de la Universidad de Binghamton realizó un estudio en el que investigaba el tema de las infidelidades. Tras el estudio, logró comprobar que es altamente probable que un amante (sea hombre o mujer) también sea engañado.

Pongámonos en contexto: un hombre que decide ponerle fin a su relación por irse con su amante, es probable que también le sea infiel a su nueva pareja y tenga un gran historial de engaños.

Por lo tanto, una mujer o un hombre que se mete en una relación y pretenda ser feliz con esa persona, está muy equivocada. Si fue capaz de engañar a su pareja con él o ella, ¿por qué sería distinto ahora?

Por otro lado, aunque pueda ser difícil aceptar una infidelidad, tenemos que estar agradecidas de poder conocer la verdad y no continuar en una relación basada en mentiras y engaños.

Y no le echemos la culpa a la amante o a nosotras mismas, la culpa es de la persona que nos fue infiel, porque muchas veces los amantes no están conscientes de su papel, es decir, no saben que son amantes.