El profesor esperó a que todos se queden en silencio y dijo:Es así como ustedes ven el mundo, me equivoqué a propósito para mostrarles cómo nos comportamos ante algún error que cometemos. Nadie elogia o felicita por haber acertado nueve veces, solamente te juzgan y se ríen en tu cara por haber cometido un error".
Moraleja: Debemos aprender a valorar a las personas por sus aciertos, y no estar a la expectativa de sus errores.